¿Atraer o desarrollar? Cómo navegar el “dilema del talento” y estar preparados para recibir a la fuerza laboral del futuro.
En un contexto pospandémico volátil y cambiante como el que vivimos, las organizaciones no son ajenas a esta sensación generalizada de inestabilidad e incertidumbre. Por ello, buscan ser lo más eficientes posible en la asignación de costos e inversiones relacionadas con la fuerza laboral.
Surge entonces un dilema entre dos polos - hasta ahora teóricamente opuestos - la necesidad de concentrar esfuerzos en la atracción de talento externo o priorizar el desarrollo de talento interno.
En los últimos tiempos, muchos directivos se han visto obligados a elegir hacia dónde enfocar sus recursos: si concentrarse en construir una propuesta de valor atractiva para potenciales candidatos y mejorar el posicionamiento de su marca empleadora o, por el contrario, destinar sus esfuerzos a cultivar las habilidades y competencias de sus colaboradores actuales, además de potenciar beneficios que promuevan su bienestar integral.
En el último reporte, “Workforce Radar 2024”, PwC investiga y busca identificar aquellos insights que permitan comprender y predecir cómo será la fuerza laboral del futuro, qué factores la impactarán y, en consecuencia, cómo afectarán a las organizaciones en los próximos tres años, antes de que estas "señales" se conviertan en tendencias.
La primera señal, en la cual nos enfocaremos, específicamente aborda la disyuntiva planteada: ¿debe una organización necesariamente escoger entre ser un imán de talento o convertirse en una “fábrica de talentos”?
Este reporte destaca, como primera conclusión, que no es imprescindible que las organizaciones se ubiquen "de un lado o del otro". En cambio, deben ser capaces de moverse de manera ágil a lo largo de un continuo que abarque ambas estrategias, ajustándose según su nivel de madurez, la situación que atraviesen en un momento determinado, su cultura, las preferencias de sus colaboradores, las necesidades del negocio, entre otras variables. Así, pueden inclinarse hacia una estrategia u otra dependiendo de los resultados que deseen alcanzar.
En definitiva, no se trata de ser exclusivamente un “imán” o una “fábrica de talento”, sino de ser ambas cosas al mismo tiempo. La clave radica en cómo destacar en un aspecto puede facilitar, como efecto complementario, el desarrollo del otro.
A través de este proyecto de investigación, PwC ha identificado cuatro aspectos clave que las empresas pueden aprovechar, independientemente de dónde se encuentren en el espectro de transformación o cómo estén implementando este enfoque en su organización. Estas son:
Estos aspectos no solo te ayudarán a posicionar mejor a tu organización en el presente, sino también a prepararla para un futuro más dinámico y competitivo.
Por supuesto que no, no hay una fórmula única. Cada organización debe convertirse tanto en un “imán” como en una “fábrica de talentos”, pero el equilibrio perfecto para lograrlo dependerá de múltiples factores. Es fundamental comprender a fondo las percepciones y preferencias de los integrantes de la organización, las cuales pueden variar según su nivel de experiencia, etapa de su carrera profesional o incluso características demográficas como edad y género.
La perspectiva debe ser global y considerar tanto las similitudes como las diferencias entre los distintos grupos, para diseñar estrategias inclusivas y efectivas.
En PwC Uruguay te acompañamos en cada etapa del proceso de exploración y descubrimiento del balance más adecuado para tu organización. También te apoyamos en la implementación de planes de acción para transformar tu empresa en su mejor versión de “imán” y “fábrica de talento”.
Podemos ayudarte a alcanzar ese equilibrio a través de tres enfoques:
Si te interesa conversar con nosotros acerca de nuestros servicios, no dudes en contactarnos, y si deseás profundizar en este tema o explorar todas las señales que describen el futuro de la fuerza laboral, te invitamos a leer nuestro informe "Workforce Radar 2024" (disponible en inglés).