La reinvención de las empresas y sus modelos de negocio en estos tiempos de cambios permanentes y nuevas formas de trabajo, es una temática que las organizaciones no deben desatender. Su búsqueda debe ser proactiva y, para lograrlo, es imprescindible asignar recursos adecuados, de lo contrario, las consecuencias para el negocio y la empresa podrían ser únicamente negativas.
Muchos líderes empresariales reconocen la necesidad de reinventar los modelos de negocio. Alineado con las últimas dos encuestas anuales, tanto a nivel global como en Uruguay, 4 de cada 10 CEO (41%) consideraron que su compañía no será viable más de 10 años si continúa en el camino actual. Esto coloca a los líderes ejecutivos en una necesaria posición de alerta y los impulsa a una búsqueda constante de innovación en sus productos/servicios, y a un cuestionamiento acerca de cuáles deben ser las decisiones empresariales que deben tomar, para captar nuevos grupos de clientes y trazar su nuevo camino hacia el éxito.
Consideremos, por ejemplo, el porcentaje de ingresos que obtienen las compañías por nuevos negocios, un indicador de cuán rápido está creciendo más allá de su negocio principal. En Uruguay, en promedio, el 9 % de los ingresos durante los últimos cinco años provino de distintos negocios nuevos incorporados por las organizaciones durante este período.
Si miramos los datos de la región, Uruguay está en línea con sus vecinos, por detrás de Argentina con un 10% y por delante de Brasil con un 8%, mientras que a nivel global el promedio alcanza un 7%. A nivel global llevan la delantera las compañías de Medio Oriente y China, con un 10% o más de sus ingresos provenientes de nuevos negocios, y se observan casos que sorprenden como el de Japón, con apenas un 3%. Todo esto indica que, si bien la reinvención a nivel global avanza aún a paso lento, Uruguay se encuentra entre los que más rápido se están moviendo.
Al analizar todos los datos de la encuesta, se puede concluir que los límites de las industrias se están borrando. A nivel local, tres de cada diez CEO uruguayos afirmaron que sus compañías comenzaron a competir en nuevas industrias durante los últimos cinco años, mientras que a nivel global son cuatro de cada diez.
El camino hacia la reinvención comienza con los clientes (y esto aplica tanto a compañías B2C como a B2B). En nuestra experiencia, un esfuerzo determinado para volver a concentrarse en necesidades no satisfechas, puntos débiles y cada aspecto de la experiencia del cliente puede catalizar la innovación.
Los CEO de nuestros países vecinos valorizan la inclusión de planes y acciones de innovación dentro de su planificación estratégica de corto y mediano plazo. Así, el 39% de los ejecutivos de Argentina manifestaron que en los últimos 5 años han implementado desarrollos de productos o servicios innovadores, incluyendo la digitalización de productos analógicos, mientras que en el caso de los directivos brasileños, este porcentaje es aún mayor, llegando al 47%.
Por otro lado, los CEO uruguayos se encuentran un poco más rezagados frente a sus pares de la región en este sentido. Entre quienes respondieron que en los últimos 5 años implementaron desarrollos de productos o servicios innovadores, suman un 23%. Esto refuerza la importancia de que nuestro país diseñe más programas de incentivos a la innovación.
La Inteligencia Artificial (IA), sin dudas es un fenómeno que promete reinventar y revolucionar las formas de trabajo, así como los modelos de negocio como los conocemos actualmente.
Dicho esto, reconocer su potencial no significa tener plena confianza en la herramienta. La confianza y credibilidad de la inteligencia artificial aún está en juicio. Sobre esto, y alineado con lo expresado a nivel global, casi un tercio (30%) de los CEO de Uruguay tienen confianza plena en la IA, y un 26% cree que la IA incrementará la rentabilidad de su empresa en los siguientes 12 meses.
Para los CEO uruguayos encuestados, un sorprendente 70% indicó que la IA trajo eficiencia en el modo en el que sus empleados utilizan el tiempo, mientras que un 22% reportó mayores ingresos y casi un tercio un aumento de su rentabilidad (32%).
Cuando se habla de IA, suele aparecer el temor al impacto que esta podría generar en el empleo. En Uruguay, los primeros efectos de la IA están generando una mayor disminución en la plantilla de las empresas por sobre su aumento. Un 22% de los CEO uruguayos indicaron que redujeron su dotación debido a la IA, mientras que apenas un 5% manifestó que su personal aumentó debido a esta.
Al solicitar a los directivos empresariales a nivel global que evaluaran el impacto financiero de las inversiones respetuosas con el clima en los últimos cinco años, se observó que era seis veces más probable que estas decisiones hubieran generado un aumento de ingresos en vez de su disminución.
Para el 28% de los CEO uruguayos, estas inversiones generaron un aumento de ingresos, mientras que para un 67% no le generó cambios. Además, cerca de dos tercios de los ejecutivos a nivel global comentaron que estas inversiones redujeron costos o no tuvieron un impacto significativo en ellos. A nivel local, el 51% expresó que prácticamente no tuvo modificaciones en los costos, mientras que el 33% indicaron un aumento y un 10% una disminución en los mismos.
Esto nos lleva a concluir que las inversiones respetuosas con el clima están asociadas con márgenes de ganancia más altos. Este hallazgo coincide con los datos de la Encuesta del año pasado, que mostraban una conexión entre una amplia gama de acciones con respecto al clima y un desempeño financiero más sólido.