Sabemos que una buena oferta salarial es clave al momento de atraer, retener y motivar talentos. Sin embargo, hoy más que nunca se necesita incorporar a dicha propuesta aquellas prestaciones que son importantes y valoradas por los colaboradores y que hacen parte de la propuesta de valor.
Podemos definirlo como el conjunto de conceptos tangibles e intangibles que perciben los colaboradores y que forman parte de la propuesta de valor de las organizaciones. Estas iniciativas y prestaciones están destinadas a mejorar la calidad de vida y experiencia laboral y no están registradas en el recibo de pago.
Sabemos que están presentes en muchas organizaciones, pero no siempre están comunicadas correctamente y esto puede influir significativamente en la percepción que muchos tengan acerca de qué tan representativo es este paquete como parte de su experiencia laboral.
En el último sondeo realizado en el mes de noviembre le consultamos a las organizaciones acerca de este punto y podemos concluir que actualmente el concepto de “salario emocional” no está difundido en la mayoría de las empresas, ya que solamente un 20% de la muestra manifestó que comunican a sus empleados el concepto de salario emocional como tal.
Entre los principales componentes que destacan en las propuestas de valor podemos mencionar los siguientes:
Dada la importancia que está tomando este concepto, 33% de las empresas manifestó que está considerando incorporar iniciativas de salario emocional en su propuesta de 2023, un 37% manifestó que efectivamente lo hará y el 30% restante no realizará ninguna acción.
Entre las iniciativas más mencionadas a incorporar se encuentran programas de reconocimiento, capacitación, planes de desarrollo, mayor flexibilidad laboral, RSE, beneficios relacionados con la salud y bienestar, entre otros.
Por otra parte, son muy pocas las organizaciones que miden el impacto que tiene el salario emocional en sus empleados, ya que sólo un 27% manifestó hacerlo, un 10% está analizando incorporar su medición y un 63% indicó que no realiza ninguna acción. Esto representa definitivamente un punto a tener en cuenta, debido a que sabemos que lo que no se mide, no se gestiona y por ende no se puede mejorar.
En un escenario tan dinámico y a la vez complejo como el que estamos transitando, en donde las áreas de recursos humanos se esfuerzan por revisar periódicamente sus presupuestos para tratar de acompañar al mercado desde lo salarial y la mejora del paquete de prestaciones, resulta crucial saber comunicar todas estas acciones. Por esta razón, es muy importante que los colaboradores – actuales y futuros - conozcan todas las iniciativas y prácticas a las que pueden acceder y sepan valorar los esfuerzos que se realizan para reforzar el paquete de prestaciones otorgadas y mejorar su balance vida/trabajo.
En conclusión, podemos decir que al momento de considerar un cambio laboral, el dinero no es suficiente y en la búsqueda de los mejores talentos, las empresas no pueden perder la oportunidad de hacer la diferencia a través de una propuesta balanceada entre ingresos económicos y salario emocional que posteriormente se refleje en empleados contentos, productivos y comprometidos con su rol.