La inteligencia artificial promete un cambio en la productividad y rentabilidad de los costos en todos los ámbitos. Los líderes pueden hacer uso de ella para armarse de valor y subir sus precios. Los servicios de conectividad son esenciales para el trabajo y la vida digital, por lo que es poco probable que el incremento de precios se convierta en una reducción de la demanda.
“El aumento del uso de datos, la dificultad de fijar precios y la necesidad de realizar importantes inversiones en redes ejercen presión. Para adaptarse a este esquema, los líderes deben desarrollar la fortaleza competitiva a través del reposicionamiento de la base de costos, y la generación de oportunidades de crecimiento mediante la obtención y el ejercicio del poder de fijación de precios”, comenta Alejandro Rosa socio de PwC Argentina.
Además, el impacto de la suba de precios puede amortiguarse si viene acompañado de atributos que creen valor. La experiencia del cliente es la condición necesaria y fundamental para fortalecer la capacidad de fijación de precios, por eso deben repensar la experiencia del cliente en su totalidad: la red, los dispositivos, las ventas y el servicio, y el potencial para ofrecer productos y servicios con valor agregado. Los CEO deberán:
- Reconocer qué costos no pueden manejar (energía, inflación, etc.) y trasladar esos costos a los clientes.
- Crear paquetes de contenido más completos, es decir, no quedarse solo con las ofertas convergentes que combinan servicios fijos y móviles y siempre pensar en las necesidades insatisfechas del cliente.
- Adoptar un enfoque de mejora continua y ágil para la racionalización de carteras de productos y tecnologías.